viernes, 3 de julio de 2015

PEDIR PERMISO, DECIR POR FAVOR Y GRACIAS

La amabilidad hacia los demás nos hace sentir mejor como individuos y nos permite reconocer al otro.
Tal como dice una campaña en la ciudad de Buenos Aires: “Digamos permiso, por favor y gracias, otra calle es posible”, es posible reducir los niveles de estrés y maltrato cotidiano que se viven en las calles  a través de un gesto pequeño.
La amabilidad es la cualidad de amable. Este adjetivo se refiere a aquel o aquello que es afable, afectuoso o digno de ser amado. Por extensión, se conoce como amabilidad a la acción amable: “Tenga la amabilidad de pasar a mi despacho”, “Mirta se caracteriza por su amabilidad con los invitados”.
Además de todo lo expuesto tenemos que subrayar el hecho de que la verdadera amabilidad es aquella que nace de manera espontánea, natural y sin ningún tipo de interés o de intención de conseguir algo.
La amabilidad puede definirse como un comportamiento o acto que resulta caritativo, solidario o afectuoso con otras personas. Por eso engloba diversas actitudes, como la simpatía, la generosidad, la compasión y el altruismo.
Sean más amables y serán más felices
Cariños y sonrisas
Irene









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Cariños y sonrisas